miércoles, enero 08, 2014

La equivalencia Nara - Lopilato

"Marcela Kloosterboer sale en bolas y es cool, y a otras nos critican" se queja Dallys Ferreira, a mi criterio con justicia. Lo que creo que la srta. Ferreira pone en evidencia en su protesta es la paradoja que envuelve a las referentes que los medios usan para apelar a las mujeres.
¿Tuvieron la oportunidad de leer una revista como Gente, Caras, Para Ti o Cosmopolitan? si lo hicieron creo que van a coincidir conmigo en que difícilmente en otra publicación no condicionada van a encontrar tantas imágenes de mujeres semidesnudas o directamente desnudas, ¿porque tanta cola, tantas lolas, tantos escotes y tantas tangas en una revista dirigida a mujeres heterosexuales?.
La idea de "liberarse reprimiendo menos y mostrando mas" que normalmente estas revistas esgrimen como argumento para justificar esos contenidos es ambigua: por un lado es verdad que el "mostrar mas" es un desafió a la imagen de mujer "pura", sin deseos, avergonzada de su cuerpo, suprimida de sí misma pero por el otro lado es una idea que mercantiliza a las mujeres, las mide por que tan deseables son para los varones a la vez que las vuelve a avergonzar de su cuerpo (antes porque despertaban lujuria y ahora porque no lo hacen lo suficiente), las vuelve a suprimir de sí mismas y continua afirmando que la aspiración femenina es "ser de alguien". Se trata de una "liberación" machista.
Las modelos que tienen que lucir la cola en las revistas (tanto teatro como el medio gráfico) enfrentan esa paradoja como nadie: por un lado son "putas" porque mostrando piel en los medios y asistiendo a eventos engancharon a un empresario y ahora salen en la Gente vacacionando en Punta del Este en vez de recibirse de doctoras e ir a congresos en Viena pero por el otro lado son admiradas por los cuerpazos que tienen y por como los varones nos volvemos locos por ellas. Sin embargo, como afirmaba Dallys, la admiración y el repudio se distribuye de manera desigual. Algunas son unas putas y otras son unas divinas.
Yo me enorgullezco de haber creado un dispositivo que enfrenta a las mujeres con esa paradoja: equiparar a Wanda Nara con Luisana Lopilato. Podrán adivinar cual ocupa que lugar en la falsa antinomia "gato - divina".
Mi argumento es el siguiente:
"Ambas modelos gozan de un nivel de vida de ensueño porque sedujeron a millonarios. No hicieron nada mas que ser atractivas y permitir que sus millonarias parejas hicieran uso de sus encantos para ganarse los privilegios que hoy disfrutan. No hay motivo para condenar a Wanda y eximir a Luisana."
Lopilato inclusive no hablaba el idioma del que sería el padre de sus hijos, Michael Bublé, cuando se conocieron en el camarín del cantante luego de un show que él dio en el país. Ella fue únicamente con su "presencia" a entablar lo que derivó en una relación con el artista canadiense. ¿Que pudieron haber compartido en aquellos primeros encuentros cuando no tenían modo de comunicarse que no fuera las sábanas?.
Nara, por lo menos, hablaba el idioma de su ex-esposo Maximiliano López al momento de conocerse personalmente. A la vez Wanda no solo llevaba consigo una admirable figura sino también un bagaje de escándalos de índole sexual que el jugador de fútbol no tenía manera de ignorar y aun así, al poder conocerla y compartir cosas, pudo desestimar a la figura mediática y enamorarse de la persona.
Normalmente aquí me enfrento con la compulsión de las mujeres por salvar a su ídola del lodo de "los gatos".
  • Luisana no necesitaba de Bublé. Ella ya tenía mucha plata al momento de conocerlo.
Wanda también tenía mucha plata al momento de conocerlo a López, viene de una familia con mucha plata. Sin embargo ni la una ni la otra pudieron haberse dado los lujos que se dieron sin los ingresos de sus respectivos maridos.
  • Luisana es mas reservada, no hace tanta ostentación y sigue trabajando. Wanda Nara ostenta mucho y no trabaja. 
Supongamos que esto sea verdad (a pesar de que sé que a través de @lulopilato Luisana sube fotos constantemente de los lugares que visita y de su vida privada) esta observación me invita a creer que "ser gato" no pasaría por llevar una vida de lujos y comodidades por haber seducido a un rico sino por el hecho de ostentarlo después. Con este criterio, las chicas que en Esperanto que están a la espera de un empresario o un deportista que las salve del trabajo en relación de dependencia no serian gatos por no tener pantalla donde mostrar luego sus nuevas joyas o sus vacaciones europeas. Un disparate.
Eso por un lado, por el otro Wanda Nara también trabaja: es modelo. Es verdad que lo que Wanda gana trabajando no es sino una mínima fracción de lo que tiene. Lo mismo corre para Luisana. 
  • Luisana se hizo famosa como actriz, trabajó de eso desde que era una nena. Wanda Nara, en cambio, se hizo famosa desde que dijo que durmió con Maradona y desde que se hizo público su video íntimo. Son distintas.
Luisana se hizo famosa siendo actriz, concedido, pero no es por sus facultades actorales que es reconocida, sino por su cuerpo. Sin tapujos, ella se hizo famosa por estar buena. E hizo usufructo laboral de ese "estar buena". Salió en cueros desde que antes de la edad de consentimiento en varias revistas, inclusive fue tapa de la revista Maxim.


Y ahora se hizo famosa mundialmente por ser "Mrs. Bublé" ¿cuantos mas trabajos pudo cosechar Luisana desde ese entonces? ¿cuanto mas conocida es ella gracias a él? ¿cuanta plata le "rindió" la imagen de su marido?. Si nos parece genial que ahora Lopilato sea una celebrity por ser la "mujer de" ¿porque no le corresponde a Wanda hacerse conocida por Maradona? ¿es por el video prohibido? ¿podemos decir, entonces, que Paris Hilton es gato porque salio un video prohibido de ella antes de The Simple Life?.
Los argumentos que me exponen apuntan a la estética, a los antecedentes, a las actitudes o maneras pero ninguna al hecho puntual de como se hicieron ricas. Terminan cayendo en cuestiones subjetivas: Wanda es fea, mala y sucia mientras que Luisana es linda, buena y limpita.
A mi criterio Luisana y las demas "divinas" logran poder acomodarse a los dos criterios machistas de la paradoja mejor que las "putas". Luisana tiene un cuerpazo y lo muestra un montón, si googleas "Luisana Lopilato" al menos un tercio de las primeras fotos que aparecen de ella esta en bikini o en lencería, si sacás el SafeSearch esa cifra sube a tres cuartos, aproximadamente. Sin embargo las fotos están lo suficientemente cuidadas para que no sean demasiado promiscuas porque queremos mujeres desnudas pero inocentes. Las "putas" en cambio muestran todo el cuerpo, posan de manera sugestiva, hablan de lo mucho que disfrutan el sexo y de que modo les gusta que se lo hagan y eso esta muy mal porque no se supone que las mujeres disfruten del sexo, eso es para los varones nada mas.
Luisana, aparte de tener un cuerpo atractivo, es bonita. Esto es importante porque "ser linda" es el criterio que distingue a las nenas cuando nenas. Las princesas enamoraban príncipes no por tener una buena cola, sino por ser lindas, las mas lindas de todo el reíno según el espejo en Blanca Nieves. Que injusto resulta, entonces, que en la vida real las feas enamoren deportistas o artistas con sus curvas y su promiscuidad.
Lopilato, finalmente, es madre y esposa. Nara también es madre pero Luisana encarna mejor a esa mujer que puede cuidar simultaneamente al niño, a su marido, a su trabajo y a sí misma. Porque ser mujer es ser una fuente inagotable de cuidados, es existir para los demás y solo luego existir para sí misma. Ella hasta lo hace lucir glamoroso.
Wanda todo lo contrario. Cuando Wanda esta con su pareja es porque descuida a sus hijos, si se saca fotos subidas de tono por trabajo no esta pensando en como repercute en sus niños. Wanda descuida y eso en una mujer es imperdonable.
Es por ello que entiendo que Lopilato consigue ser apadrinada por otras mujeres, porque transita mejor las incoherencias entre el machismo tradicional y el machismo "liberado". Creo que la falsa antinomia "gato - divina" es un parche de las mujeres para poder lidiar con la ambigüedad en la imagen de mujer que brinda la industria del entretenimiento.
Distinguir las mujeres que admiran de las que desprecian va a ser una de las muchas dificultades que el género femenino va a seguir atravesando mientras sigan mirándose a sí mismas a través de un prisma machista.